viernes, 27 de mayo de 2016

REGIA (Vila Sivill) II - RECTAS


Al igual que ya hemos hecho anteriormente, agrupamos artificialmente por algún rasgo común un conjunto de estilográficas de otra forma heterogéneas. 

Con las Regia, por la cantidad de modelos diferentes, avisamos que se presentarán en once entradas, incluyendo los bolígrafos "Continua".
Imaginamos que esto gustará a los aficionados a la marca. 

Las plumas “rectas” son un clásico por haber sido las primeras en aparecer, y todo fabricante las incorpora en su catálogo. En esta entrada presentamos aquellas plumas de extremos truncados o cónicos, hechas a mano (con torno y pulidora) en la primera época de la marca (1941-1953), antes de que ésta tuviera la capacidad de inyección de plásticos.


Empecemos por una “853” de ebonita negra.
Según el catálogo: “Grande, en negro liso, tres aros, carga a botón”.
En el periodo 1941-5, sufriéndose la II Guerra Mundial y la posguerra española, obtener celuloide era difícil, y aunque se tuvieran existencias anteriores en almacén, se usaba ampliamente la ebonita.


La siguiente mantiene mucho mejor el color.
El clip es similar a otros de Montjoy’s, Cervantes y CL-Everest.


Pasamos a una “834” en celuloide negro.


Para terminar con las negras, una rara “891” de émbolo.


Pluma marmolada con triple anillo y extremos metálicos dorados.


En el mismo celuloide anterior, tenemos esta pluma tamaño cadete con un grabado “BOSTON” en el cuerpo, opuesto al “REGIA” (desconocemos el significado).
Es curioso notar el empalme entre dos barras (al final del cuerpo antes de  la contera), propio de un ahorro extremo del escaso material.


Marmolada con anillo simple. Clip “tipo Sheaffer’s” con extremo doblado sobre el capuchón.


Marmolada en un curioso celuloide con rayas quebradas. Triple anillo y grueso tapón escalonado negro en la contera.

Una “823” de tres aros, en un celuloide “filamentoso” muy típico de Regia.


Una pluma tamaño medio en el mismo celuloide anterior. Boquilla cónica. Un aro. Clip sujeto por un tapón metálico.


Regia “824” grande, con cuatro aros. Tapones cónicos.
Celuloide parecido al anterior, también muy típico en los tonos oscuros y serios de la marca.
Se vuelve a notar un empalme entre dos barras (a mitad entre el “Súper” y la contera).


Terminamos con una serie de modelos “858”, especiales por ser de los pocos en celuloides de colores vivos y brillantes.
Una pluma de tamaño normal (13 cm cerrada) con un aro y de carga por botón. La contera a veces llevaba tapa negra, a veces no.


Al hablar en “Datos generales” se comentaba que la información de catálogo a veces era equívoca. Sobre este modelo se dice:
“Normal, jaspeada, dodecadenal estrías, dos aros, llene botón  120’-”
Sumándose un apunte manuscrito del representante, añadiendo modelos en hoja aparte: “858  negra  100’-“
Si no es por la vitola, bien conservada y legible, nadie lo diría. 

Otra roja, marmolada.


A continuación, un montaje fotográfico para apreciar la causa y el efecto de un celuloide singular, formado por listones longitudinales muy translúcidos con un entramado en red más opaco (ver extremo). Al tornear reduciendo el diámetro, aparecen unas elipses causadas por el entramado paralelo al costado, mientras que el perpendicular causa las rayas.
Por otra parte, la transparencia permite que se vea el roscado interno en el capuchón desmontado.
Asimismo, se aprecia bien el doblado del extremo del clip “tipo Sheaffer’s” antes comentado.


Pero si algún cliente quería una “858” algo más comedida, podía optar por este celuloide, un poco más apagado.

Es de notar que todas las boquillas de esta pluma son diferentes.




Miguel Huineman

Se agradece a quienes han prestado sus colecciones para fotografía, o enviado sus imágenes.

sábado, 21 de mayo de 2016

REGIA (Vila Sivill) I.- Datos generales y breve Historia


“LA” marca española de estilográficas. Así de claro.


Hace tan solo unos pocos años, si le preguntábamos a un coleccionista por alguna marca española - y no nos ponía “cara de haba” - respondía “Regia” sin dudar. Aún hoy en día la gran mayoría argumentará que son las mejores y las más bonitas.
Lo cierto es que las hubo en muchísimos modelos, de los más pequeños a los más grandes.

Una fantástica colección que intentaremos mostrar aquí, sin por ello acercarnos siquiera a un catálogo general que ni la propia marca llegó a tener (aunque algunos parciales publicó). Basta con que cualquiera las busque y coleccione, para que nuevos modelos le aparezcan.
Veamos algunas generalidades sobre las REGIA:
-Se dice que fue una marca cara. No es cierto. Era la “marca insignia” de la empresa, y como tal sus mejores plumas se fabricaron con ella, y ésas eran costosas. Pero también produjo series medias, y otras económicas - que no baratas - dentro de su calidad (que para baratas ya se tenían otras marcas).
- Los plumines siempre fueron en oro de 14K (585 milésimas), fabricados por la propia empresa o, en momentos de gran demanda (y durante los primeros momentos del bolígrafo) por Damiá Onsés.
Siempre estuvieron grabados “REGIA”, y los hubo de dos tipos (que no de tamaños): unos grabados con corona, y otros sin ella.
Usualmente los extremos exteriores de las letras “R” y “A” se prolongaban exageradamente.



- El sistema de carga prioritario fue el de botón, aunque también hubo de palanca (frecuente), émbolo (escaso), e incluso una sorprendente “vacumatic”.
- El material preponderante fue el celuloide, mayoritariamente en negros y tonos jaspeados o marmolados oscuros (como se esperaba de unas plumas “serias”), pero hubo algunos brillantes y muy vistosos. Además, se empleó la ebonita y la galalita durante la II Guerra Mundial, cuando obtener celuloide en el origen era difícil.
En los últimos tiempos de la marca se empleó el plástico acrílico.
- Los cuerpos fueron (casi) siempre marcados, en lo que hubo  variedad de formas.
Las primeras llevaban una corona, y el apelativo “Súper” tras la marca.


Las más económicas prescindían del “Súper”:



Y la serie 4000 recibió el más sofisticado:


Sin embargo, las 4000-pequeñas, el último modelo (# 842), y las series 900* (de plumín de acero) llevaban el marcaje en el capuchón. Alguna pluma suelta de capuchón metálico llevaba marcado el clip.
*Un dato a resaltar es que las series 900 correspondían sobre catálogo a las plumas Atlántida, y sin embargo aparecen algunas grabadas como “Regia” (¡o como Oxford!), otras de éstas, al ponerles plumín de oro, se clasificaron como serie 700 (Antinia).  

- Al ser fabricadas manualmente, todas las “Regia” cambiaban detalles como el clip o los aros que, a veces, cambiaban el número identificador, y a veces no.
Es difícil clasificar estas plumas una vez han perdido su vitola (que solían llevar de fábrica).
Los catálogos disponibles ponen unas pocas imágenes, y luego largos listados con datos ambiguos como:
817 Normal, en negro, un aro, llene a botón de presión”,
y apáñese el coleccionista con las que tenga así disponibles.

O bien datos claramente equívocos, como con la:
853 Grande, en negro tres aros, llene a botón de presión
Y véase dicha pluma, frecuente e identificada por vitolas (que descartan un único error) ¿Cambió la denominación?



- Los clips fueron numerosos, sin tener un modelo característico de marca. Los “tipo Sheaffer’s” grapados tal vez sean los más frecuentes, tanto los insertos a medio capuchón, como los “militares”.
- Hablando de “tipos” y modelos, hemos de mencionar que REGIA fue de las marcas españolas que menos modelos extranjeros copió. La gran mayoría fueron diseños propios, ¡y fueron muchos!
Se llegaron a fabricar unos 70 modelos diferentes con números de serie 800 y seis con el distintivo 4000, aparte de otros varios.
- También REGIA fue la primera marca española en fabricar íntegramente sus plumas partiendo de las materias primas, dado que sus primeras estilográficas llevaban plumines que procedían de sus instalaciones.
- Otro hito de REGIA fue producir a finales de 1946 el primer bolígrafo europeo (no solo español), aunque lo fue por tan solo unos tres meses de diferencia con DALVI, que registró el nombre “Bolígrafo” y todos los demás tuvieron que usar otros términos, eligiendo Regia el de “Continua”.
Pero ésta es otra historia, que irá en su propia entrada, separada de las estilográficas.

Breve reseña histórica.
La marca “REGIA” fue registrada en 1942 por los hermanos José y Pascual Vila Sivill, de los que ya hemos hablado en la entrada de FONT PELAYO, además de en las de sus otras marcas: ANTINIA, ATLÁNTIDA, IMPERIA, DERBI, DURILÓN y OXFORD.
Nota: Puede leerse la historia completa en el libro “Josep Vila Sivill (1904-1967). Catalanista i pioner en estilogràfiques i bolígrafs”, por Albert Verdaguer Vila-Sivill (nieto de José), y publicado por Rafael Dalmau, Editor.
Además, podrá leerse también, desde una visión más enfocada a la parte industrial y de coleccionista, en el futuro libro de nuestro compañero Rafel Pujol Marigot: “La ventafocs. Breu història de la ploma estilogràfica espanyola”.
Por ello, aquí nos limitaremos a dar solo una reseña de la marca REGIA y a mencionar brevemente la enrevesada evolución de las empresas que la fabricaron. 

La sociedad “Manufacturas VICURVI, S.L.” se constituyó a principios de 1940 por los hermanos Vila Sivill y Baldomero Curiá a partir de la sociedad “JvP” ya existente.
La fábrica tenía seis tornos, una cortadora, dos esmeriles, un taladro y una sierra, además de una electropulidora y una fragua.

Para la parte comercial, a principios de 1941 se creó la sociedad “Vila Sivill-Curiá, S.A.”

A finales de 1941 se creó en la fábrica la sección de plumines de oro, y al poco salió la pluma REGIA (al uso de la época, antes de registrar la marca), uniéndose a las ya existentes ANTINIA y ATLÁNTIDA (IMPERIA desapareció temporalmente para no hacer sombra a REGIA).
En 1944 había 39 empleados y se produjeron 23.000 plumas.
En 1948 el Sr. Curiá vendió su parte a los hermanos, y en 1950 se reunificaron ambas empresas en una nueva: “Vila Sivill Hermanos, S.A.” (Por entonces, la fábrica disponía ya de 11 tornos y producía entre 30.000 y 35.000 estilográficas).
A finales de 1953 se adquiere la capacidad de inyectar plásticos, y se firma un contrato para producir bolígrafos BIC (que duró hasta 1957). En 1954 se producían 100.000 estilográficas, mas bolígrafos y numeroso material escolar y de oficina.
El 24 de Agosto de 1954 falleció Pascual a consecuencia de un accidente de tráfico en Barcelona.

En 1958, la fábrica pasó a llamarse “Manufacturas José Vila Sivill”. Por entonces ya no se fabricaban plumines de oro, y a principios de los años sesenta dejaron de producirse las plumas REGIA. 

El 26 de mayo de 1967 falleció José, tras muchos años de enfermedad. En 1969 la fábrica se trasladó a la localidad de Rubí (Barcelona), y en 1970, con motivo de un aumento de capital y entrada de socios, la empresa dejó de estar en manos de la familia (que sin embargo mantuvo íntegramente la fábrica), hasta que en 1977 vendieron su participación.

La fábrica cerró definitivamente en 1980.



Miguel Huineman


Se agradece a quienes han prestado sus colecciones para fotografía, y a D. Rafel Pujol los aportes históricos sobre la marca.

viernes, 13 de mayo de 2016

MONTJOY'S de celuloide SIN CLIP ("de Señora")




En la “Historia” ya se dijo que Montjoy’s es una de las marcas que más plumas “de señora” produjo.
Nos referimos a “modelos”, obviamente, porque si hablamos de cantidades brutas, Sheaffer’s abruma a cualquiera, e incluso dentro de las marcas españolas, Inoxcrom ganaría también en plumas “femeninas”, pero ambas son con variantes derivadas de unos pocos modelos. 

Puntualicemos: se consideraba “de señora” una estilográfica pequeña y sin clip. Tomémoslo como una definición. 

Entendemos que el clip puede engancharse dentro del bolso, y ellas prefieran que tenga una borla para localizarlo por el tacto.
Pero ninguna Montjoy’s tiene borla. Ni siquiera anilla…
(Si nos ponemos, la única Inoxcrom “femenina” con borla es la Chantal Thomass, y tampoco ninguna Sheaffer’s desde que abandonaron las “Flat-Top”).

Y pequeña. Los accesorios de mujer eran pequeños, con tendencia a ser mínimos, con lo que se convertían en macro-incómodos (considérense los relojes).
Las plumas Montjoy’s de señora eran minúsculas, y su carga de tinta ridícula.

Comparemos con una Inoxcrom 55 (equivalente a una Parker 21):
Incluso en la mano “fina y delicada” de una señora, la pluma se le escapa si no monta el capuchón. Pero lo marcaba la moda elegante de los años 30’s, y se asumía. Afortunadamente hoy ya no. 

En las entradas anteriores hemos ido presentando ya algunas de estas mini-plumas, sobre todo en las de ebonita, y también en las de celuloide “rectas” (pero éstas con clips), de forma que no las repetiremos aquí. 

Abramos una pluma como la de la anterior comparativa. La longitud cerrada es de 9,8 cm; de boquilla a extremo del cuerpo 8 cm, y el ancho mínimo de la boquilla es de 5 mm.

Afortunadamente para las señoras de entonces, no todas eran tan extremas. La siguiente, en el mismo celuloide, es algo mayor.

Un juego de pluma y portaminas ojivales cortos y rechonchos que podríamos definir “de golf”, por ser muy apreciados – sobre todo el lápiz – entre los practicantes de éste deporte para ir apuntando el juego.



Otra pluma de las mínimas, en otro color.


Y otra en el celuloide verde jaspeado “tipo Sheaffer’s Radite”.


No es apreciable en la foto, pero esta pluma es algo mayor.


Y de la misma longitud (tamaño medio), pero bastante más gruesa, es ésta que hoy podemos considerar “cómoda”.


Una ojival ligeramente mayor que la anterior “de golf”, en un celuloide espectacular por sus irisaciones (que se pierden en la foto).


Y terminamos con una pluma sorprendente por la forma del capuchón y su boquilla minúscula. Pese a tener un grosor aceptable, debe sujetarse entre boquilla, rosca y cuerpo (con el capuchón montado), con lo que el escalón molesta.

Una pena, porque es atractiva, y en el magnífico celuloide anterior.






Miguel Huineman


Con agradecimiento a quienes han prestado sus colecciones para fotografía.