sábado, 27 de febrero de 2016

STYLFLEX


La marca STYLFLEX fue registrada en 1947 por José Poch Vives, un agente comercial de Barcelona, activo entre 1945 y 1965.
 
Además de marquista, fue montador. Curiosamente, compartió el taller en Via Layetana 30, 3ºB con Ricardo Gurina, aunque se desconoce la relación que pudo haber entre ambos. 

Tuvo dos etapas bien diferenciadas:
1ª- Durante la primera etapa creó plumas vistosas de calidad media y media-alta, utilizando todos los materiales disponibles (baquelita, celuloide, acrílicos), plumines de oro, o “parecidos”, troquelados con su marca, y carga por botón.
2ª- Durante la segunda etapa tuvo que plegarse al mercado, y produjo plumas de plástico inyectado, capuchones de acero inoxidable con clips en flecha “tipo Parker”, cargadores aerométricos y plumines de acero, la mayoría con punto de chapa doblada.
Algunos modelos – solo algunos – aparentan una catalogación numérica. Fueron plumas económicas, de bastante menor calidad. 

Primera etapa 

Pluma de baquelita tipo “torpedo”
 
Otra “torpedo” en celuloide negro, nítidamente grabada: 

        MARCA                                                         REGIS.PROP.
REGISTRADA  STYLFLEX  IND.N.199.162
 
Pluma cuadrada en celuloide negro, clip “tipo Dalvi”.

La pluma de la cabecera, de gran tamaño en celuloide negro, y una greca ancha en el anillo medio del capuchón (que recuerda, aunque no es igual, a la Omas). La etiqueta dice que es el Modelo “800” y que costaba 130,- Ptas. El plumín grabado no es de oro

Una “tipo Kúpek-Britz”.


Otra del tipo Cervantes, e igual a una Admiral.
 
Celuloide jaspeado azul-negro, con clip de flecha.

Una pluma acrílica. Plumín de sustitución.
 
Y para terminar con las de la primera época, una pequeña (11,7 cm cerrada)acrílica de Primera Comunión. El clip lleva un triángulo con una “S” inscrita.
 
Los plumines de oro de 14K estaban fabricados por Damián Onsés, con una banda curva que inscribía la marca, el triángulo con una “S”, y la ley.

Cuando no eran de oro sino en acero dorado, bajo el triángulo decía “IRIDIUM POINT”. 

Segunda etapa

El bolígrafo ya hacía una gran competencia, y la moda en estilográficas estaba merecidamente centrada en la Parker “21”, con su plumín oculto (“Blindado”), su capuchón de acero, y su cargador aerométrico. El que quisiera vender, debía ofrecer plumas en este estilo, y abandonar lo “antiguo”.
 
Empiezan así unas plumas muy homogéneas, diferenciadas entre sí por nimios detalles. Para “parecer algo”, algunas tenían un número grabado en el capuchón, aparte del siempre presente grabado del labio:
 
STYLFLEX  FAB. EN ESPAÑA
 
A veces, la “S” y la “X” eran algo mayores, y la marca aparecía sobre- y subrayada, como en un recuadro.

Stylflex 121, con plumín “de uña”. Anillos cuerpo-boquilla tipo “21”. Clip trapezoidal de 8 plumas.
Se conocen en tamaños de 12,5 y 13 cm. cerradas.
 
Otra “121” diferente, con clip en flecha de 7 plumas, y boquilla con una pequeña proyección como en la “707” (que se muestra más abajo).
 
Stylflex 400 JUNIOR, pese al nombre, su tamaño es normal (13,2 cm cerrada). Lo que tiene es un precio mínimo (35,-Ptas) gracias a un plumín de chapa doblada. Clip propio de 3 plumas con una “S”.
 
Stylflex 404, igual a la anterior salvo por el clip dorado.
 
Stylflex 620, un clon idéntico a la Parker “21”
 
Stylflex 707. Tiene ligeras variaciones propias, con una contera metálica, y una terminación de boquilla y anillo boquilla-cuerpo similares a las últimas Inoxcrom “55”.
 
Por último, tres plumas sin referencia numérica. 

La primera con extremo del cuerpo truncado cónico casi plano, y un plumín que hace una mínima “uña”. Clip en flecha con múltiples plumas.
 
Con un clip igual a la anterior, esta pluma tiene un cuerpo y boquilla igual al de unas ICSA acrílicas.

Y ésta última tiene un clip igual a las Peretó 38C.

Para terminar, presentamos un “artilugio escribidor” que podría definirse como un “rotulador de fibra, recargable a émbolo”, marcado en el cuerpo “STYLFLEX PAGE”, y “FAB. EN ESPAÑA” en el capuchón, que en si mismo recuerda a las ERO y ADMIRAL-ERO. Tiene una boquilla exclusiva con un haz de lo que parecen fibras de vidrio.

Debía de gastar tinta exageradamente, y ser “muy recomendable” el mantenerlo en posición vertical (por las pruebas con agua realizadas hoy día) 

 

Miguel Huineman
 

Se agradece a quienes han prestado sus colecciones para fotografía.

Los datos históricos provienen de D. Rafel Pujol.

sábado, 20 de febrero de 2016

TEFLOCAN


TE-FLO-CAN fue el nombre de una sociedad fundada por los Sres. Téllez, Flores y Candales en Barcelona en 1938, cuando aún se luchaba la Guerra Civil.
En la calle Fontanella 10, 4º estaba la venta al por mayor de estilográficas, y en el nº 19 vendían al público con el nombre de “Casa de la Estilográfica” (que aún hoy perdura).
TEFLOCAN produjo una gran cantidad de modelos, que se vendieron bien en una España necesitada de todo. Las piezas podían ser de cualquier procedencia y material, desde la entonces frecuente baquelita, hasta auténtico marfil.
El Sr. Flores fallece en 1939. Don Cipriano Téllez Becerra queda con el montaje y venta al por mayor de estilográficas, y Don Gerardo Candales Villadóniga y la Sra. viuda de Flores con la “Casa de la Estilográfica”.
El Sr. Téllez, natural de Béjar (Salamanca) y miembro de la familia conocida por “Los Salaos”, fue un personaje inquieto y aventurado, que dio un importante impulso al negocio, aunque con el tiempo el propio éxito y exagerado crecimiento motivó la desaparición de la empresa. Tremendo trabajador aunque desordenado, tuvo amigos y clientes en todo el abanico social, desde banqueros y empresarios, a charlatanes y vendedores ambulantes. Cerraba los tratos de palabra, y consideraba a toda persona como un posible cliente de cualquier artículo.
En su empresa entró a trabajar D. Ricardo Gurina en 1945, como viajante para el norte de España, y tan solo marchó de ésta cuando cerró en 1949.
El Sr. Téllez falleció a los 78 años, en Marzo de 1980, sin haber dejado de trabajar.

Veamos las pocas plumas de las que disponemos.
Azul de celuloide facetada y carga por botón. El clip es idéntico al de una LUMEBAL similar.
 
Pluma de señora en celuloide jaspeado, con borla. Carga por botón.
 
Dos copias de la Waterman Taperite Citation, la primera con contera roja transparente y manguito liso. Carga por palanca.
 
Pluma en celuloide con profundos surcos transversales, a veces llamada “Oruga” o “Gusano”, y con el mismo clip de la facetada.
 
Este mismo modelo se conoce de la marca IMPERIAL y, en dos tamaños, por REGIA.
 
Para terminar, mencionar que los plumines descubiertos de TEFLOCAN fueron fabricados por Damiá Onsés en oro de 14K y grabados con la marca. Es probable que los ocultos (“blindados”) de las copias de la Taperite también lo fueran.
 
 
 
 
Miguel Huineman
 
Se agradece a quienes han colaborado con sus fotos o prestado sus colecciones para fotografía.
 
Bibliografía: Gurina Pérez, Ricardo. “Reviviendo páginas históricas en torno a la pluma estilográfica de fabricación española”, La Papelería nº 55, Barcelona. Palazón Ed. (1993)
 

viernes, 12 de febrero de 2016

CÓNDOR (y DRAGÓN)


Una gran marca inmerecidamente minusvalorada.

Eduardo Kirch Tillmans (Alemania, 1904) vino a España en 1925, se casó con Amelia Ugarte, y fue vecino de Altzo, junto a San Sebastián.
Con su socio Augusto Fich Sauter, español de Éibar, empezaron en 1938 con un taller en Altzo fabricando plumas, artículos de escritorio, y productos del alambre y sus derivados. En 1943 constituyeron la sociedad limitada INDUSTRIAS DEL ALAMBRE.
Para montar la fábrica contaron con la colaboración de un antiguo técnico de la casa Montblanc que estuvo trabajando con ellos dos o tres años.
En 1959 la sociedad pasó a denominarse “CASA CONDOR, SL”, y a finales de 1962 “INDUSTRIAS CONDOR, SL”, todas en San Sebastián.
En 1975 y con 70 años se jubiló Eduardo Kirch. Con él desaparece el último de los dos socios fundadores de la empresa quedando ésta en manos del matrimonio formado por Álvaro Cachán Cortázar y su esposa Agnes Hartmann Rull hasta su disolución en 2003.
Eduardo Kirch Tillmanns  murió en 1999 a los 94 años de edad. 

Durante los más de setenta años de actividad, la empresa fabricó plumas estilográficas, bolígrafos y lápices mecánicos además de complementos (estuches, expositores, etc.) y una variada gama de productos (llaveros, ceniceros, elementos publicitarios, etc.). Como es de suponer, la variedad de modelos es inmensa.
Para los productos de escritorio (plumas estilográficas, bolígrafos y lapiceros) la empresa utilizó las marcas “CONDOR” (1944) y “DRAGÓN” (1945, muy poco usada). Las estilográficas fueron generalmente de calidad media o alta, con buenos materiales y bonitos diseños.
Se esforzaron siempre en mejorar los procesos de fabricación, y en 1946 experimentaron con aplicar a la producción el entonces nuevo procedimiento de inyección plástica, y ya en 1949 iniciaban el tema de los bolígrafos.

Veamos una amplia colección de modelos:
Las que creemos más antiguas, en celuloide negro y carga por botón.
 
Y una ojival (“Torpedo”)
 
Por su estilo, éstas dos recubiertas en chapa dorada deben ser contemporáneas con las anteriores. Carga por émbolo.




La siguiente, de carga por émbolo y capuchón plateado, tiene un raro cuerpo que forma un larguísimo visor rayado, donde el grabado de la marca va en un recuadro que se proyecta aislado hacia adelante.
 
Pero si por algo destacan las CONDOR, es por sus modelos en celuloides jaspeados y marmoleadas (las fotos no hacen justicia de los brillos e irisaciones de los ejemplares). Todas de carga por botón.
Un mismo modelo en dos tipos de celuloides:
 
Una “torpedo” espectacular, “oversize”. Grabada “Condor Lujo”. El clip es igual que el de la Atlantic, probablemente de origen alemán.
 
La pluma que figura en el encabezado:


Un modelo típico de Cóndor, disponible en muy variados colores. Arriba en tamaño normal (13 cm. cerrada) y abajo en tamaño “cadete” (11,8 cm. cerrada). Diferentes clips.
 
 
Similar, con diferentes contera y anillo del capuchón.
 
Aunque también hubo celuloides “al estilo de -”, simplemente por disponibilidad del material.



Un celuloide “muy alemán”, y otra vez el clip “tipo Atlantic” (lo llamamos así por haberla publicado aquí antes, pues Cóndor era fabricante, y Herr Mittrach un marquista que pudo comprárselos).
 
Una copia de la Parker Vacumatc. Hoy podríamos decir que es un clásico (aburrimiento), pero en su día debió levantar pasiones, porque todos la copiaron.
 
Tras incorporar los expeditivos métodos de inyección de plásticos a la fabricación, las plumas se abarataron y pudieron competir (mal) con el bolígrafo, pero se perdió la belleza de las anteriores. Cóndor acusó este efecto, produciendo plumas mucho más “genéricas”.
Esta debió ser de las primeras, y bastante mediocre. Desconocemos el significado de la estrella en el capuchón bajo el clip.
 
Que tiene su origen en esta otra de plumín descubierto y capuchón dorado, sin la estrella grabada.
 
En cambio, éstas son unas excelentes plumas de émbolo.

Pero lo obvio era seguir la moda del mercado, que solicitaba plumines “blindados” (ocultos), y así aparecieron las ubicuas  “tipo 21” (copias de Parker).
 
Simplificando el anillo, y rayando fino longitudinal al capuchón:
 
Otro modelo, añadiendo una contera metálica y un fuerte rayado transversal al capuchón. El clip era el estándar.
 
Un mix de las anteriores, con capuchón dorado y plumín “de uña”.
 
Para terminar con CONDOR, dos apuntes de detalles:
1.- Los plumines iniciales – hasta llegar las plásticas inyectadas – eran mayoritariamente propietarios en oro de 14K, suministrados por el “proveedor oficial” de plumines español, Damián Onsés.
 
Aunque hubo también “Warranted”. Hoy la mayoría de las plumas presentadas llevan plumines de sustitución, lamentablemente.
2.- El marcaje “Condor” (siempre sin tilde) tuvo muchas variantes:
(La primera forma recuerda bastante a la de la alemana “Osmia”) 
En la introducción histórica hemos dicho que “Industrias del Alambre, S.L.” registró también la marca DRAGON en 1945.
Tan solo conocemos dos modelos con esta marca:
Ésta, que es casi la misma Condor anterior, con un solo anillo en el capuchón, pero con marca Dragón
 
Y esta otra, preciosa, en celuloide jaspeado.
 
Es de suponer que, aunque la producción se concentrara en “Cóndor”, hicieran algunos modelos más. Pero, a día de hoy, carecemos de otros ejemplares en el grupo que formamos Plumahispana.
 
 
Miguel Huineman 
 
Se agradece a quienes han prestado sus colecciones para fotografía, así como a D. Rafel Pujol por los datos históricos de la marca.